Hoy la verdad que no tengo muy claro de que hablaros, la semana pasada tuve en mente hablaros de un poema pero me acaban de proponer un nuevo tema, gracias María.
En la sociedad de hoy en día es muy difícil mostrarse tal cual eres, así que es verdad que cuando conoces a una persona con la que te puedes abrir totalmente es como si se abriesen las puertas de un paraíso. Está bien mantener viejas amistades pero más bien es conocer nuevas y cambiar de ambientes. Hoy os quiero hablar de eso, de mi experiencia en una nueva ciudad sin absolutamente conocer a nadie.
Llegas, te despides de tus padres, las últimas personas a las que ves conocidas, los echarás de menos y te da por pensar en que todo será un infierno, pero de repente, se trata solo de adaptarte, de quererte a ti misma y tirar para delante con una sonrisa conociendo a gente, Sin quererlo te adecuas, te habitúas, estás en tu sitio y por el momento no quieres moverte, estás a gusto y eso te hace mejor contigo misma.
¿Habéis tenido alguna vez la sensación de ver a alguien, intercambiar con el o ella apenas dos palabras y darte cuenta que parecía que lo conocías de toda la vida? Y sin darte cuenta pasa a ser como una hermana o hermano para ti. La verdad que es algo indescriptible y por el momento estoy muy contenta aquí.
Así dijo Aristóteles, "¿Que es un amigo? Una sola alma habitando en dos cuerpos."
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