viernes, 20 de enero de 2017

Inspiración de la route 66

               Desde Chicago a Santa Mónica te quiero yo. 

Dichosa ruta 66, que ansiada y conocida que es. 3945 son los kilómetros que podría recorrer a tu lado en uno de nuestros millonarios viajes. Soñando, que ilusa y que bien se está en otra galaxia contraria a la tierra. Te pienso montado en una Harley mientras te abrazo para no caernos y tener un accidente, mientras a 120km por hora mi pelo vuela y me puedo sentir libre a tu lado. Pero, ¿a quien quiero engañar? ¿Yo sentirme libre a tu lado? Sino me tuvieras atada y amordazada a la cama día tras día, tal vez pudiera fantasear con la idea de mi ruta favorita.


Pasear por Springfield, y no precisamente por la tienda, pasando por Santa Fe para acabar en los Ángeles, deseando perderme por allí y que algún que otro personaje me recoja de la miseria que es estar en tus brazos. Me prometiste el mundo entero, y en cambio, mírame, solo me has sabido llevar a la más profunda tristeza y agonía que he sentido nunca, que no sabía que se podía llegar a sentir tan fuerte, como si el mismo alma se estuviera resquebrajando. Pero es que en realidad, ya es hora de pensar en mí, antes me levantaba con ganas de comerme el mundo, y ahora si me como mis lagrimas cada día, ya es suficiente. ¿Dónde has dejado mis sueños, mis ganas de reir y de flotar por un mundo soñado y de color? En cambio, me has traído de vuelta a la vida, al mundo gris, donde todo son lamentos y frases como “no llego a fin de mes”.


Pd: Nunca me he atrevido a compartir ninguno de mis textos y aquí va uno, así que, dadle amor porfa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario